14 de octubre, 2019 14:04
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Horizontal, autogestivo y soberano, cada vez más multitudinario, cada vez más pujante y poderoso, este año el Encuentro de mujeres y disidencias desbordó la capital provincial para revelar con más fuerza que nunca que la Historia es ahora. Por la igualdad, por la libertad, en contra de la violencia y la colonización patriarcal, miles y miles de personas coparon las calles, las plazas, las universidades y tiñeron la ciudad como una verdadera marea verde. Las charlas y talleres explotaron de chicas ansiosas por debatir, por expresar, por reflexionar y compartir. El arte se multiplicó en las esquinas y las plazas. Cantos y bailes de incontables agrupaciones. Cuadras y cuadras de ferias, puestos multicolores. Y una marcha final interminable se extendió hasta el horizonte para decirle definitivamente al mundo que otra sociedad está naciendo. Leer más
Horizontal, autogestivo y soberano, cada vez más multitudinario, cada vez más pujante y poderoso, este año el Encuentro de mujeres y disidencias desbordó la capital provincial para revelar con más fuerza que nunca que la Historia es ahora. Por la igualdad, por la libertad, en contra de la violencia y la colonización patriarcal, miles y miles de personas coparon las calles, las plazas, las universidades y tiñeron la ciudad como una verdadera marea verde. Las charlas y talleres explotaron de chicas ansiosas por debatir, por expresar, por reflexionar y compartir. El arte se multiplicó en las esquinas y las plazas. Cantos y bailes de incontables agrupaciones. Cuadras y cuadras de ferias, puestos multicolores. Y una marcha final interminable se extendió hasta el horizonte para decirle definitivamente al mundo que otra sociedad está naciendo.