Editorial #MarcaPazos por @La990 @NANCYPAZOS

En radio, la relación de un periodista o una periodista con su oyente -así en singular- es un contrato que no hace falta escribirlo ni firmarlo. Se renueva pero no de mes a mes ni, mucho menos, de año a año, sino día a día. El oyente -así en singular- sabe lo que quiere encontrar en un comunicador: la verdad por sobre todas las cosas. Por eso mismo, la parte del contrato que nos toca cumplir a los periodistas es no conformarnos con la primera versión de los hechos sino investigar y hacer sonar todas las campanas. Es preguntar hasta que duela o moleste porque sólo de esa manera sacaremos verdad. Es investigar hasta las últimas consecuencias... Pero esta relación también requiere de parte del oyente -así, en singular- la predisposición para hacer de la información la materia prima de las más importantes de sus decisiones. Por otro lado, no es requerimiento pero qué bueno sería si de parte tuya, oyente -así, en singular- renueves el circuito de la información con tu propia palabra. Ya hace treinta año que estamos juntos. Fueron programas diferentes en radios diferentes y ni hablar de los tiempos que nos tocó vivir a ambos. Pero aquí estamos, de nuevo, reiniciando el camino. Porque los nombres de los programas cambian como también pueden cambiar las emisoras. Lo que no cambia es mi pasión porque compartamos toda la información: la que nos gusta y la que no nos gusta. Lo que no cambia, querido oyente -así, en singular- son mis ganas de que este ciclo que arranca hoy consolidemos aún más la relación que nos une desde hace tiempo. Yo sé que vos también estás ahí y que lo vamos a lograr. Sobre todo porque vos no sos un número en el rating -aunque eso sea importante- sino alguien a quien nombro en singular porque ahora mismo te estoy imaginando con rostro, nombre y hasta el lugar donde estás escuchándome, que es el lugar donde nos vamos a escuchar de aquí en mas, todos los días... Leer más

En radio, la relación de un periodista o una periodista con su oyente -así en singular- es un contrato que no hace falta escribirlo ni firmarlo. Se renueva pero no de mes a mes ni, mucho menos, de año a año, sino día a día. El oyente -así en singular- sabe lo que quiere encontrar en un comunicador: la verdad por sobre todas las cosas. Por eso mismo, la parte del contrato que nos toca cumplir a los periodistas es no conformarnos con la primera versión de los hechos sino investigar y hacer sonar todas las campanas. Es preguntar hasta que duela o moleste porque sólo de esa manera sacaremos verdad. Es investigar hasta las últimas consecuencias... Pero esta relación también requiere de parte del oyente -así, en singular- la predisposición para hacer de la información la materia prima de las más importantes de sus decisiones. Por otro lado, no es requerimiento pero qué bueno sería si de parte tuya, oyente -así, en singular- renueves el circuito de la información con tu propia palabra. Ya hace treinta año que estamos juntos. Fueron programas diferentes en radios diferentes y ni hablar de los tiempos que nos tocó vivir a ambos. Pero aquí estamos, de nuevo, reiniciando el camino. Porque los nombres de los programas cambian como también pueden cambiar las emisoras. Lo que no cambia es mi pasión porque compartamos toda la información: la que nos gusta y la que no nos gusta. Lo que no cambia, querido oyente -así, en singular- son mis ganas de que este ciclo que arranca hoy consolidemos aún más la relación que nos une desde hace tiempo. Yo sé que vos también estás ahí y que lo vamos a lograr. Sobre todo porque vos no sos un número en el rating -aunque eso sea importante- sino alguien a quien nombro en singular porque ahora mismo te estoy imaginando con rostro, nombre y hasta el lugar donde estás escuchándome, que es el lugar donde nos vamos a escuchar de aquí en mas, todos los días... Leer menos