#Editorial "MarcaPazos por @NANCYPAZOS " LOS ARGENTINOS ESTAMOS INFELICES Y DEPRIMIDOS"

Cada vez más seguido siento que en los supermercados son los precios los que nos asaltan. Que a la inseguridad propia que vivimos le debemos sumar la inseguridad de no saber con qué nos vamos a encontrar en las góndolas. Y lo más triste es que nadie parece saber cómo detener a estos precios asaltantes. Según el Indec, una familia tipo para no ser pobre necesita 30 mil pesos por mes. ¿No te pasa, con este dato, darte cuenta que eras pobre hace rato y nadie te había avisado? Bueno, si... los precios asaltantes que operan en banda con las facturas de servicios. Hoy muchísimas familias viven en situación de pobreza puertas adentro de ese departamento de clase media que pudieron comprarse en otros tiempos. Hoy hay gente que come salteado para pagar las expensas; que ya no sale a pasear o a cenar afuera como antes; que no pide tanto delivery; que hace una vaquita con los amigos hasta para organizar una mateada en casa; que ya ni compra preservativos, con todo el riesgo que ello implica... Como para no deprimirse... La Universidad Católica Argentina detectó que el 14% de los argentinos nos sentimos infelices y deprimidos. Pero si nos enfocamos sólo en el sector más empobrecido, ese porcentaje crece al 22,4%. Es el doble respecto a lo que sucedía en 2010. También creció el malestar psicológico por el impacto de la crisis económica, dice el informe del Observatorio de la Deuda Social de la UCA. Listo. Tenemos los datos. ¿Qué hacemos con este diagnóstico? Decir que este país es inviable o que los argentinos son así, no sirve. Por un lado, porque debemos erradicar esa tercera persona con la cual parecemos deslindar nuestras responsabilidades. Y, por el otro, porque debemos ponernos a nosotros mismos al hombro y salir a hacer y no a seguir. Y si los políticos prefieren no ver esto y seguir discutiendo si van con uno o con otro, van a quedar hundidos en tal indiferencia que el día de mañana ni una callecita de su pueblo va a llevar su nombre. Leer más

Cada vez más seguido siento que en los supermercados son los precios los que nos asaltan. Que a la inseguridad propia que vivimos le debemos sumar la inseguridad de no saber con qué nos vamos a encontrar en las góndolas. Y lo más triste es que nadie parece saber cómo detener a estos precios asaltantes. Según el Indec, una familia tipo para no ser pobre necesita 30 mil pesos por mes. ¿No te pasa, con este dato, darte cuenta que eras pobre hace rato y nadie te había avisado? Bueno, si... los precios asaltantes que operan en banda con las facturas de servicios. Hoy muchísimas familias viven en situación de pobreza puertas adentro de ese departamento de clase media que pudieron comprarse en otros tiempos. Hoy hay gente que come salteado para pagar las expensas; que ya no sale a pasear o a cenar afuera como antes; que no pide tanto delivery; que hace una vaquita con los amigos hasta para organizar una mateada en casa; que ya ni compra preservativos, con todo el riesgo que ello implica... Como para no deprimirse... La Universidad Católica Argentina detectó que el 14% de los argentinos nos sentimos infelices y deprimidos. Pero si nos enfocamos sólo en el sector más empobrecido, ese porcentaje crece al 22,4%. Es el doble respecto a lo que sucedía en 2010. También creció el malestar psicológico por el impacto de la crisis económica, dice el informe del Observatorio de la Deuda Social de la UCA. Listo. Tenemos los datos. ¿Qué hacemos con este diagnóstico? Decir que este país es inviable o que los argentinos son así, no sirve. Por un lado, porque debemos erradicar esa tercera persona con la cual parecemos deslindar nuestras responsabilidades. Y, por el otro, porque debemos ponernos a nosotros mismos al hombro y salir a hacer y no a seguir. Y si los políticos prefieren no ver esto y seguir discutiendo si van con uno o con otro, van a quedar hundidos en tal indiferencia que el día de mañana ni una callecita de su pueblo va a llevar su nombre. Leer menos