June 13, 2019 10:21
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Si algunas veces, más de las que quisiéramos, los políticos creen que comemos vidrio o si en otras oportunidades nos hemos tenido que tragar cada sapo -a quién no le pasó- hoy lo que estamos comiendo los seres humanos es plástico. Y no un poquito sino el equivalente a una tarjeta de crédito por semana. Si no fuese tan grave daría para más de una comparación jocosa. Pero es literal. Tan literal que en este promedio también entran nuestros hijos y hasta la sobrinita que acaba de nacer. Porque si esto no se revierte, ella también tendrá su porción de 250 gramos de plástico por año. Sorbetes, filtros para cigarrillos, tapitas, botellas, bolsas de polietileno... los microplásticos nos han invadido.Y como queda demostrado en un estudio que presenta en la Argentina la Fundación Vida Silvestre, no hace falta ser una criatura acuática para padecer esta contaminación. Según este trabajo, consumimos plástico sobre todo a través del agua, tanto embotellada como de la canilla. Pero también comemos plástico cuando consumimos mariscos, cerveza y sal. A tal punto que el informe deja bien clarito que una persona, en promedio, come alrededor de dos mil pequeñas piezas de plástico cada semana: 21 gramos al mes. Para colmo, los gobiernos del mundo no le encuentran la vuelta a este problema. Un problema que repercute tanto en países industrializados como también en los más empobrecidos. Claro que aquí también entran a jugar un rol muy importante muchas empresas que no quieren encarecer sus envases ni sus procesos productivos sin entender que ni siquiera el magnate más magnate del mundo está exento de consumir plástico. Tenemos que cambiar para que todo cambie. Y cambiar es evitar en la medida de lo posible el consumo de plásticos. Y si eso no se puede, facilitar su reciclaje. Además, ¿no te parece que una inmensa campaña global que nos muestre cómo comemos una vez por semana una tarjeta de crédito puede ser efectiva? Yo creo que si. Tan efectiva como una que nos muestre cómo se descarga un camión de basura repleto de plástico al mar por minuto. Porque eso también sucede... Read more
Si algunas veces, más de las que quisiéramos, los políticos creen que comemos vidrio o si en otras oportunidades nos hemos tenido que tragar cada sapo -a quién no le pasó- hoy lo que estamos comiendo los seres humanos es plástico. Y no un poquito sino el equivalente a una tarjeta de crédito por semana. Si no fuese tan grave daría para más de una comparación jocosa. Pero es literal. Tan literal que en este promedio también entran nuestros hijos y hasta la sobrinita que acaba de nacer. Porque si esto no se revierte, ella también tendrá su porción de 250 gramos de plástico por año. Sorbetes, filtros para cigarrillos, tapitas, botellas, bolsas de polietileno... los microplásticos nos han invadido.Y como queda demostrado en un estudio que presenta en la Argentina la Fundación Vida Silvestre, no hace falta ser una criatura acuática para padecer esta contaminación. Según este trabajo, consumimos plástico sobre todo a través del agua, tanto embotellada como de la canilla. Pero también comemos plástico cuando consumimos mariscos, cerveza y sal. A tal punto que el informe deja bien clarito que una persona, en promedio, come alrededor de dos mil pequeñas piezas de plástico cada semana: 21 gramos al mes. Para colmo, los gobiernos del mundo no le encuentran la vuelta a este problema. Un problema que repercute tanto en países industrializados como también en los más empobrecidos. Claro que aquí también entran a jugar un rol muy importante muchas empresas que no quieren encarecer sus envases ni sus procesos productivos sin entender que ni siquiera el magnate más magnate del mundo está exento de consumir plástico. Tenemos que cambiar para que todo cambie. Y cambiar es evitar en la medida de lo posible el consumo de plásticos. Y si eso no se puede, facilitar su reciclaje. Además, ¿no te parece que una inmensa campaña global que nos muestre cómo comemos una vez por semana una tarjeta de crédito puede ser efectiva? Yo creo que si. Tan efectiva como una que nos muestre cómo se descarga un camión de basura repleto de plástico al mar por minuto. Porque eso también sucede...