18 de octubre, 2019 08:06
00:00 / 14:30
19 reproducciones
cómo deberían ser los destinos de la patria. pero solo me fue dado rastrearte por las huellas peligrosas de la hermosura y extravié los caminos y en ellos me demoré hasta olvidar que solo eran caminos y yo solo un viajero y tú el fin de mi viaje. el amor es un robo me dijiste una tarde. robamos y nos roban. y así pasa de moda o que en los senderos quedan nuestras mejores galas resecas como lirios que marchitó el otoño. pasaron los años y de nuevo tu imagen cruzó por mis ideas con la luz de un meteoro. y mirando en mi abismo y hallando mucha sombra recuerdo tus palabras: el amor es un robo. y mañana cuando tu primavera se derrumbe como la arquitectura de una flor, cuando te huyan todas las miradas y se te nieguen todas las sonrisas, cuando las noches alegres te vuelvan sus espaldas y a puntapiés la música te arroje de su loco reinado, entonces, volverás al suburbio y será en una tarde con olor de aguas muertas y el eco de tus pasos en las calles despertará recuerdos y exaltará fantasmas. y cuando al fin descienda la lluvia de tus ojos, una voz de muchacha cantará en algún patio: cascabel, cascabelito ríe, ríe y no llores Leer más
cómo deberían ser los destinos de la patria. pero solo me fue dado rastrearte por las huellas peligrosas de la hermosura y extravié los caminos y en ellos me demoré hasta olvidar que solo eran caminos y yo solo un viajero y tú el fin de mi viaje. el amor es un robo me dijiste una tarde. robamos y nos roban. y así pasa de moda o que en los senderos quedan nuestras mejores galas resecas como lirios que marchitó el otoño. pasaron los años y de nuevo tu imagen cruzó por mis ideas con la luz de un meteoro. y mirando en mi abismo y hallando mucha sombra recuerdo tus palabras: el amor es un robo. y mañana cuando tu primavera se derrumbe como la arquitectura de una flor, cuando te huyan todas las miradas y se te nieguen todas las sonrisas, cuando las noches alegres te vuelvan sus espaldas y a puntapiés la música te arroje de su loco reinado, entonces, volverás al suburbio y será en una tarde con olor de aguas muertas y el eco de tus pasos en las calles despertará recuerdos y exaltará fantasmas. y cuando al fin descienda la lluvia de tus ojos, una voz de muchacha cantará en algún patio: cascabel, cascabelito ríe, ríe y no llores