La policía chilena reprime brutalmente

Ismael Jalil, abogado y militante de CORREPI (Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional), se encuentra en Chile y nos envía un audio que testimonia la brutal represión que está ejerciendo la policía contra los numerosos manifestantes que ganaron las calles del país vecino. El presidente, lejos de entender las demandas, responde a las protestas militarizando las calles, golpeando y disparando salvajemente a un pueblo que está movilizado por un auténtico reclamo: la exigencia de un país más justo, más equitativo y soberano, la urgente necesidad de construir un modelo de país que los incluya a todos. El estallido social comenzó hace más de una semana a partir de la suba en los aranceles del transporte, cuando la población consideró que ya no puede ser sacrificada para sostener un modelo privatizador y excluyente, beneficiario sólo de la banca y las grandes corporaciones, en perjuicio de los derechos de las grandes mayorías. A pesar de la represión, los abusos y las golpizas de los carabineros, en las calles hay un pueblo que no cede, que no abandona las calles y que insiste en dar pelea ante un gobierno insensible y despiadado. Los medios hegemónicos silencian esta grave situación y hablan de vandalismo, hablan de sedición, hablan de delincuencia. Y así entendemos cómo operan los mercaderes que nunca están a la altura de la historia y sólo defienden privilegios y turbios negociados. Leer más

Ismael Jalil, abogado y militante de CORREPI (Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional), se encuentra en Chile y nos envía un audio que testimonia la brutal represión que está ejerciendo la policía contra los numerosos manifestantes que ganaron las calles del país vecino. El presidente, lejos de entender las demandas, responde a las protestas militarizando las calles, golpeando y disparando salvajemente a un pueblo que está movilizado por un auténtico reclamo: la exigencia de un país más justo, más equitativo y soberano, la urgente necesidad de construir un modelo de país que los incluya a todos. El estallido social comenzó hace más de una semana a partir de la suba en los aranceles del transporte, cuando la población consideró que ya no puede ser sacrificada para sostener un modelo privatizador y excluyente, beneficiario sólo de la banca y las grandes corporaciones, en perjuicio de los derechos de las grandes mayorías. A pesar de la represión, los abusos y las golpizas de los carabineros, en las calles hay un pueblo que no cede, que no abandona las calles y que insiste en dar pelea ante un gobierno insensible y despiadado. Los medios hegemónicos silencian esta grave situación y hablan de vandalismo, hablan de sedición, hablan de delincuencia. Y así entendemos cómo operan los mercaderes que nunca están a la altura de la historia y sólo defienden privilegios y turbios negociados. Leer menos